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Los turrones y mazapanes vuelven a los lineales por Navidad... Con un pan debajo del brazo. El sector espera crecer este año un 3%, según la patronal Produlce. A estas alturas de diciembre "la campaña ya está cerrada", refiere Javier de la Morena, portavoz de Produlce, quien explica que "los clientes han trabajado este año con mucha ilusión para presentar el producto en los lineales y han aumentado el volumen de pedidos".

Todo suma en este renovado optimismo: la mejora de la confianza del consumidor a niveles similares a los de 2011, según Nielsen Consumer; el aumento de asalariados; e, incluso, la extra de los funcionarios. "En los últimos años nos hemos defendido. Sin duda el peor ejercicio fue 2012, cuando caímos un 3% en volumen por el IVA y la supresión de la extra de los funcionarios", exponen.

La industria del turrón y el mazapán tiene grandes particularidades.España es el primer y casi exclusivo productor mundial. Además tiene un marcadísimo carácter estacional, que exige "una planificación extrema y una política conservadora para llegar al mes de enero sin stock", resume Javier de la Morena, para quien estos rasgos son "virtudes que no queremos perder" pero que "nos obligan a diseñar otras estrategias".

En este sentido, la industria se ha volcado en el desarrollo de nuevas categorías, que abarcan desde el producto para niños, hasta el envasado en porciones, pasando por los formatos al corte o los artesanos. También quiere impulsar otros usos para los productos en cocina. Y, especialmente, profundizar en la internacionalización. En estos años se ha asistido a un continuo crecimiento de la demanda en mercados extranjeros: un 15% de la producción se destina a la exportación, frente al 11% en 2010, según Produlce. "Antes sólo llegábamos a países hispanos pero no desestacionalizábamos el producto. Ahora estamos en mercados gourmet en Estados Unidos o en los países árabes, donde el turrón no sólo es un dulce navideño sino un producto identificado con la dieta mediterránea", concluye De la Morena.